lunes, 23 de mayo de 2016

La Puerta del Conde, Ciudad Rodrigo (A 200 metros de Hotel Arcos)

Vista Exterior de la Puerta del Conde
La Puerta del Conde, es una de las puertas más antiguas, de las que dan acceso al recinto amurallado de Ciudad Rodrigo, fue uno de los accesos que tuvo ya en origen la muralla medieval.  En en la antigüedad estuvo protegida por un torreón.

El nombre de “Puerta del Conde”, lo recibe en memoria del conde don Rodrigo González Girón, repoblador de la ciudad allá por el año 1.100 y de quien se dice que recibe su nombre actual. Ya que primeramente se llamó Miróbriga Wettonum por los wetones, y posteriormente Augustóbriga o Civitas Augusta, por los romanos. 

En sus inmediaciones exteriores, se encontraba situada la alhóndiga medieval, así como la Casa del Peso de la Harina, donde se acudía a pesar todo el trigo de la villa. Sobre la el arco interior de la bóveda, se abre una hornacina, que cobija a una virgen de origen románico.

Acceso oficina de Herrasti
Durante la guerra de Sucesión contra “La Gran Alianza” compuesta por Portugal, Inglaterra y Holanda entre otros, en esta parte de la muralla al inicio de la Calle Campofrío, es donde se abrió una gran Brecha, destruyéndose la Iglesia de Santo Tomé y todas las casas adosadas a a la muralla a consecuencia de la artillería. Aún hoy, en el pavimento se puede observar lo que era la planta de la desaparecida Iglesia, y donde aún hoy permanecen los suntuosos sepulcros de los nobles Magdalena Rodríguez de Ocampo y su marido Antonio Hernández de Mercado, estando su nariz a sólo 20 centímetros del suelo y cuyos sepulcros albergan una temida leyenda, la cual trataremos en otra ocasión. Fue la sillería de la derruida iglesia aprovechada para cerrar la brecha y ensanchar la muralla adaptándola al nuevo armamento de guerra. 

En la parte exterior derecha de la Puerta del Conde, podemos observar una puerta, por la cual se accedía a la oficina de Mando del gobernador Pérez de Herrasti durante la Guerra de la Independencia y es aquí donde Herrasti, firmó la capitulación al Mariscal Ney. Sin duda un rincón histórico que hoy permanece prácticamente olvidado. 


Cuerpo de Guardia. Marcas de Fusiles
Saliendo a extramuros desde la Puerta del Conde, está la zona conocida como “El Registro”,  por donde entran los toros al recinto amurallado durante el Carnaval (Fiesta Grande de Ciudad Rodrigo y Declarada de Interés Turístico Nacional). 

El nombre de "El Registro", viene porque en el cuerpo de guardia que aún se conserva es donde se hacían los registros de lo que entraba y salía de la ciudad. En los bancos de piedra que están adosados a este edificio, aún se pueden observar importantes cavidades en la piedra, debido al continuo apoyo de los fusiles sobre él. 

Este edificio junto con el próximo cuerpo de guardia de San Pelayo, acoge el Centro de Interpretación de la Ruta de Fortificaciones de la frontera, (Ciudad Rodrigo, Fuerte de la Concepción, Gallegos de Argañán y la localidad portuguesa de Almeida) el cual realiza visitas explicativas para grupos concertados, por un precio de 1.50€ por persona.

Contacto para información del Aula de Interpretación: Teléfono 902 910 009 Correo Electrónico: rutafortificaciones@adecocir.es

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viernes, 20 de mayo de 2016

Ciudad Rodrigo, el viaje que lo cambió todo


Palacio de "Los Águila" (A 210 metros del Hotel Arcos)

Situado dentro del recinto amurallado de Ciudad Rodrigo, a pocos metros de la Plaza Mayor. Este palacio se empezó a construir en el año 1.510, aunque sufrió una ampliación en el Siglo XVII. Fue declarado “Monumento Histórico Artístico” en 1.969.


Palacio de estilo gótico-renacentista, en su fachada destacan las grandes dobelas en su portada, varios escudos de armas y un león y un águila en una de sus ventanas. Fue vivienda de “Los Águila” que ostentaron los cargos de “Alferez Mayor” y “Alcaides de la Fortaleza” desde el S. XV al XIX.  


En su interior, llama la atención el precioso patio con esculturas platerescas, posee también una hermosa capilla, en ella estuvo el famoso calvario de Juan de Juni, hasta que fue llevado al Museo de Escultura de Valladolid y que los mirobrigenses han intentado recuperar en diversas ocasiones.

















En la actualidad alberga varias exposiciones de entrada gratuita. 

Horario:
10:00H a 14:00H Exposición dedicada la figura del “Tamborilero”
14:00H a 18:00H Exposición “Ciudad Rodrigo en la Guerra de la Independencia. Wellington frente a Napoleón”

Palacio de la "Marquesa de Cartago" (A 120 metros de Hotel Arcos)

Situado en el recinto amurallado de Ciudad Rodrigo, junto al Palacio Episcopal y a pocos metros de la Catedral. 


El Palacio perteneció a Doña María de la Concepción Narváez y del Águila, I Marquesa de Cartago, fue ella quien a finales del Siglo XIX, ordenó la construcción de este palacio (arquitecto desconocido, aunque la decoración fue obra del escultor italiano “Tarabella”).


Palacio de estilo neogótico, construido con piedra de “Villamayor”, sobre la puerta hay colocados dos blasones ligeramente montados uno sobre el otro, uno de ellos con las 5 flores de Lis, en relación a la familia “Nárvaez” y el otro con el Águila y el León, perteneciente a “Los Águila” de Ciudad Rodrigo. Destacan en su fachada un gran balcón en esquina, y la cuidada decoración de sus ventanas con elementos de los dos linajes. En su interior destaca una impresionante escalera doble de mármol blanco y negro.


La Marquesa no llegó a ver terminadas las obras, ya que cuenta la leyenda, que una vidente le auguró que algo malo le ocurriría una vez terminadas las obras del palacio, y la marquesa temerosa, lo dejó siempre sin terminar. Quedando así hasta que tras la muerte de la marquesa, y hasta que sus siguientes propietarios “Agustín Íñigo” y su esposa “Marcelina Rodríguez”, en el año 1.954 dieron por finalizadas las obras del palacio, llevando a cabo algunas modificaciones sobre todo en la segunda planta. 
Actualmente, es propiedad del obispado de Ciudad Rodrigo.

martes, 3 de mayo de 2016

Leyenda: "La Muralla de Ciudad Rodrigo y el Tesoro de Sexmiro"

Como suele ocurrir con el origen de cualquier civilización, siempre se envuelve un halo de misterio que con el transcurso de los siglos, se va acrecentando. Si a éste se le une el hallazgo de un tesoro, el ser humano, tratando de ofrecer una coherente explicación a cada uno de los sucesos que interfieren en este planeta y no siempre pudiendo encontrar un motivo racional, le añade la connotación legendaria, transmitida de generación en generación, oscilando entre la realidad y los sueños.

Parte de la Muralla y contrafoso de Ciudad Rodrigo
Aunque según la historia, las murallas de Ciudad Rodrigo fueron reedificadas en el siglo XII sobre otras anteriores, por el rey Fernando II de León, quien según las crónicas, tras la expulsión de los moros, después de una heroica batalla, reconstruyó la ciudad y la rodeó de una poderosa muralla allá por el año 1.160… Pero a parte de estas referencias históricas, existe una teoría más legendaria y que vincula esta muralla, con lo mítico y lo misterioso. Cuenta la leyenda, que el motivo de la construcción de esta muralla, fue debido al hallazgo por un pastor de un enigmático tesoro en la zona de Sexmiro…


Fue “Gil González Dávila” (Cronista de su Majestad, el rey Felipe III), en su libro, quien deja una escueta noticia sobre la leyenda que hoy hemos traído al Blog. Este hecho, hace deducir, que el legendario relato, ya estaba vivo en la tradición oral de principios del siglo XVII y posiblemente en un tiempo anterior, siendo creado posiblemente en la Baja Edad Media.

Esta es la nota sobre la leyenda que aparece en el libro de González Dávila: “Es Ciudad Rodrigo, ciudad bien cerrada de muros y fortaleza. Dicen sus moradores, que la mayor parte de sus muros se edificaron con el valor de un tesoro que se halló en Sexmiro. Confirman esta verdad, con mostrar en la parroquia de San Juan un lucillo donde está enterrado el que halló este tesoro, que le ofreció en servicio a la patria, dándolo como defensa a su gente”.

De estas breves palabras, se puede deducir sobre la leyenda, que un hombre encontró un tesoro en Sexmiro (localidad de las tierras de Ciudad Rodrigo) y con dicho tesoro, se financió la edificación de la mayor parte de la muralla de la ciudad  y que en la iglesia mirobrigense de San Juan, se encuentra una urna de piedra que sirve como sepultura a quien halló el tesoro. (Se refiere a la hoy desaparecida iglesia de San Juan Bautista, que se encontraba donde en 1.904 se levantó la parte lateral de la Casa Consistorial).

Casi de la misma época, en el libro “La Historia Civitatense”, escrita por el historiador “Antonio Sánchez Cabañas” (1570 – 1627) se indica lo siguiente: “Después de que el rey don Fernando de León hubo alcanzado aquella milagrosa batalla contra los moros que asediaban Ciudad Rodrigo y considerando el gran peligro en que estaba la ciudad por no tener muralla, decidió fortalecerla. Ordenó juntar materiales, no fue necesario  abrir zanjas debido a que la ciudad está fundada sobre una peña. La obra, la quieren atribuir los ignorantes a Juan de Cabrera por decir que la levantó con los cuernos de oro de la cabeza que dicen halló con un cabrito de oro en Sexmiro, lo cual es patraña de viejos”.

En este texto, Sánchez Cabañas da datos históricos sobre la construcción de la muralla,  añadiendo después la referencia legendaria, viva entre las gentes de la ciudad en esa época, pero en la que él no participa, considerándola “patraña de viejos” y facilitando incluso el nombre del constructor, que identifica con quien descubrió el tesoro en Sexmiro e indicando en qué consistió tal tesoro: los cuernos de oro de la cabeza de un cabrito de oro.


Una vez más, son misteriosas leyendas las que pueblan esta ciudad tan llena de historia. Y es que cada calle, cada rincón, cada casa palaciega guarda un secreto o sus piedras esconden alguna leyenda.